martes, 16 de diciembre de 2008

Carpe Diem

Saludos de nuevo, hace tiempo que no nos veíamos.

Esta entrada va dedicada a todas aquellas personas que de un modo u otro viven el día a día y disfrutan siendo lo que son. Para ellas, para que aprovechen el presente al máximo.

"Aquello que no hicimos será lo que más nos atormente; aquello que no vivimos, nuestro mayor reproche.
Hoy quiero hablar contigo a solas. Lo que te tengo que decir debe ser dicho de uno a uno y en voz bastante baja. He de repetirte lo que a mí me advirtieron. Y quiero que me atiendas lo mejor posible. Aunque sólo sea porque este momento de esta hora precisa en que me lees, ni tú ni yo lo volveremos a vivir jamás; como yo no volveré a escribir para ti lo que ahora escribo, en medio de una luz que se deja caer....Carpe Diem, ordenaba el delicado Horacio. Aprovecha el día. Disfruta de la hora. Luego, más pronto siempre de lo deseable, anochecerá. Es como quien niega algo: la perduración de cualquier cosa, de cualquier ser, de cualquier sentimiento. La tarde va vencida hacia su derrota habitual. Carpe Diem....Puede que el tiempo no exista de veras y sea un especie de red, por nosotros inventada, en la que nos dejamos atrapar y nos morimos. Sea como sea, nos desangra y sorbe. "Aprovechar el tiempo" para los mayores tiene un sentido de urgencia y amenaza: hay que estar siempre haciendo algo productivo. No es eso de lo que te hablo. Yo te hablo de lo que se va y no vuelve; de los pecados de omisión, son sin duda los peores, porque ni siquiera le dimos existencia. Aquello que no hicimos será lo que más nos atormente, aquello que no dijimos nuestro mayor reproche. Tu eres joven todavía; unos años más lo continuarás siendo. El ser humano posee su juventud durante un plazo que, ido, fue demasiado corto. El resto de su vida le quedará para añorarlo.....Pero la juventud no depende de la edad, sino de la disposición: de la intrepidez, de la fruición, del gusto por el riesgo, de encarar con majeza el permanente reto de la vida...Por eso te digo: no desesperes, toma. Por esperar el momento oportuno y dejar escaparse vacíos tantos otros, se pierde la frescura del primer impulso. No te detengas: bebe en los arroyos; come frutas sin aguardar que te las sirvan. Alza la mano al árbol y tómalas. Pero levántate nada más terminar.No te refugies donde te invadan la inacción o el desánimo. La serenidad vendrá a su hora. No te sientes, sentado no pretendas ni conocerte a mismo. No pierdas tiempo en buscarte; ya te encontrarás en la acción y la batalla. Y en cuanto te encuentres, sé lo que eres. Ten el valor de serlo Sal voluntariamente al encuentro de tu destino; abrázalo y fúndete con él. De momento, carpe diem, lo tuyo es la tensión. Agarra cada instante y elige cuanto te ofrezca, porque, después te arrepentirás de lo que dejes, y has de sentir como si hubieses rechazado lo que ahora no elijas.
Vive el presente con la mayor intensidad de la que seas capaz. El pasado es un camino no siempre recto, para alcanzar el hoy; el mañana, si es que llega, será una consecuencia que ha de traer entre las manos su propio afán. El presente es tembloroso y casi nada: este instante en que me estás leyendo. Se prolonga y estira hora tras hora, y todas hieren, menos la última, que mata. Resárcete de esta dura ley. No sientas remordimientos del pasado; no sientas temor por el futuro. Siente no más el gozo del presente, carnal y lúcido, inevitable e inmediato; o el dolor del presente, enriquedor y válido también...
Y antes de cualquier otra norma, ten ésta en cuenta: no te separes de la vida. No dejes de abrazarte a ella con fuerza: ni por cobardía, ni por pereza, ni por sensatez. Abandónate a la vida: sin que la manche ninguna pasajera tristeza, ningún pesimismo, ninguna sombra tuya. Y pregúntale de vez en cuando para qué estás aquí: quizá sea sólo para averiguarlo. Si puedes, cuando puedas, sé feliz. Pero, aunque no lo seas, no lo olvides: no te separes nunca de la vida; por nada en este mundo te separes. Cuando alguien te lo aconseje por prudencia desóyelo y aléjate de él. La vehemencia es enemiga de la circunspección. Y recuérdalo a cada instante: la obligación más exigible de un ser vivo, la primera, es vivir: vivir por encima de todo lo demás.

Espero que os haya gustado. Aprovechad el momento, pues de no ser así ... se pasa.

3 comentarios:

TOTTERRENY dijo...

"Cal viure el present"
Totterreny.
Una salutació

TOTTERRENY dijo...

APROFITE, llegeix aquesta història de Sòcrates: El triple filtro.
La tinc en una web meua de Contes per reflexionar
http://contesperrefleionar.googlepages.com/eltriplefiltro
LA pàgina principal:
http://contesperrefleionar.googlepages.com/home

Anna dijo...

Gràcies totterreny.
Tot un detall.
Hauré de llegir-me tots els contes, tenen molt bona pinta. A mi els que m'agraden són els de Bucay.
Gràcies per compartir-los en els demés.
Salutacions.