A veces encuentro personas que emprenden grandes retos
y me pregunto... ¿cómo lo han conseguido?
De derrota en derrota, hasta la victoria
final...
Otras veces pienso ... ¿qué les llevó a hacerlo?
Cualquier cosa que vale la pena
conseguir, vale la pena trabajar por ella...
Cuando me viene el desazón, mi pregunta cambia ...
¿demonios, cómo fueron capaces día tras día de luchar hasta conseguirlo?
Cada dia hago las cosas lo mejor que
puedo, durante un día más...
Entonces, miro el camino recorrido y me doy cuenta de
que cada día es un reto. Cada día cuenta. Cada día vale, suma y nos
acerca más al destino.
Con "destino" no me refiero al "lugar
de llegada". Ni tampoco me refiero a "aquello que burla a la sucesión
conocida de acontecimientos".
El destino es el camino, es el viaje. No en un fin en
sí mismo, es un estado, un sentimiento y una percepción muy subjetiva.
No busques un destino porque estás destinado a no
encontrarlo y la frustración puede ser mayor que el logro.
Así pues, disfruta de cada día como si ese
fuera el destino, pero a la vez sé tenaz, perseverante y cauto
para no volar sin alas.
Si añades un poco a lo poco y lo haces
así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho...
Pero no lo olvides: Vuela!
3 comentarios:
Puntitos...
Yes!! Puntitos .................................................................. que si los miras desde la perpectiva .................................
Jeje, gracias por dejarte caer por este mundo aparte!
No hay de que, ya sabes tu que me gusta volar...jaja, mas aun cuando no conocia este rincon. Ademas de que esta publicación esta muy bien.
Publicar un comentario