Hace tanto de aquello, que ya casi se me olvida. Aunque imposible, menudos tres intensos días por Pirineos.
Aprovechando el puente de diciembre la salida era de esperar: Pirineos, cómo no.
Esta vez vamos a hacer una parte de Carros de Foc, en el Parque Nacional de Aigües Tortes i l'Estany de Sant Maurici. Lugar privilegiado y en esta época del año más aún si cabe. El plan es alquilar raquetas y si podemos hacer algún pico se hace y sino lo dejaremos para más adelante, que la montaña siempre estará ahí esperándonos.
Salimos el 4 de diciembre por la mañanita, intentamos parar a comer en un sitio decente pero en Flix es un poco imposible, vaya pueblo raro-raro.
Llevamos las cadenas "porsiaca". Llegamos a Espot sin problema, temprano. Buscamos el alojamiento para esa noche, buen lugar. Salimos a tomar alguna cervecita y a comprar el avituallamiento del resto de días.
Tenemos reserva en tres de los 5 refugios que se encuentran guardados estas fechas: Amitges, Mallafré y J.M.Blanch. Cena, dormir y desayuno.
Así pues el primero de estos días nos levantamos con calma, alquilamos las raquetas en la oficina del Parque (pues eso de los esquís aún no era lo nuestro, aunque tampoco es que ahora lo sea, jeje). Eso, salimos cargadísimos con las mochilonas en dirección a Amitges. De momento vamos por el GR hasta el Llac de Sant Maurici, donde comemos. Hace un día estupendo, buen sol, calma. Para subir a Amitges conocíamos la subida por pista forestal, pero puedes ir bordeando el lago y ascender pasando por la cascada de Ratera, donde un chico muy amable nos hace unas cuantas fotos. La subida es cómoda, salimos a la pista. Vamos acompañados por un grupo de personas que al final vamos dejando atrás. Nosotros a lo nuestro, que si yo llevo la mochila muy cargada, que si tal.... llegamos al refu. Fichamos, dejamos trastos y salimos un poquito más hasta aprovechar que se haga de noche. Subimos hacia el collado de ratera, que sería la ruta para llegar hasta el refu de Saboredo (donde hay droga para los sky runners, jejejeje). Cuando oscurece nos volvemos para una ducha y cenar. Cómo sólo somos dos, nos han puesto en la mesa con otros 3 chicos. Resulta que son también de Valencia y bueno, entre algunas anécdotas respecto a la desaparición misteriosa de toallas en el regu, nos reímos un rato. Echamos alguna partidita a cartas y prontito a dormir, que mañana tenemos planes.
Nos levantamos, desayunamos y salimos en dirección a Mallafré. Hoy el día está algo más feo, nublado y hace bastante frío. La ruta pensada es rodear el Estany por el otro lado, pero llegamos hasta el mirador (abriendo huella) y decidimos dejarlo; la ruta no está abierta y hay mucha nieve). Volvemos por nuestros pasos y descendemos por la pista forestal hasta el Estany. Allí cogemos la pista de Mallafré. En 10 minutos allí. Uf, qué frío hace. Encendemos la estufa, Sergi, el guarda es una persona muy confortable y especial, habla poco. No hay agua corriente, se reventaron las cañerías. No nos podremos duchar, así que bueno, eso que nos ahorramos. Comemos y decidimos salir a dar una vuelta y ahora que vamos sin peso nos dirigimos hacia Els Encantats. Los picos que se encuentran justo encima del refu, pero que hay que rodearlos para subir. Hasta dónde lleguemos hemos llegado. Vamos subiendo por las huellas que han dejado dos chicos y un perro que nos hemos encontrado. El bosque precioso, hasta hay animalitos que comen "brossa", jeje. Cuando nos parece, que es cuando comenzamos a salir del bosque y rodear las montañas para ascender, damos media vuelta. Una vez en Mallafré pasamos lo que queda de tarde por allí, tomando algo calentito, jugando a los dados y conversando con la gente. Qué recuerdos de los días que pasé en verano, en la Sky Runner. Cenamos y a dormir, que mañana viene el día gordo.
Yo no pego mucho ojo pensando en que queremos pasar por el Collado de Monestero para llegar hasta el refu de J.M.Blanc. Es un poco locura, pero nos dicen que hay huella abierta. Mañana conforme se levante el día (y nosotros), ya veremos.
El día amanece nublado y lloviendo. Mal asunto, pero como hemos madrugado mucho, pues salimos del refu y no son aún las 8 de la mañana, decidimos enfilar hacia arriba y si nos lo vemos muy mal, podemos descender e ir por la pista forestal y los túneles hasta Blanc.
La lluvia no cesa, pero poco a poco se va convirtiendo en nieve. No hay niebla, así que el paisaje presta para entretenerse. Hay zonas en las que avanzamos muy lento y eso que aún estamos en la parte baja, cuando lleguemos a lo complicado...veremos. Llegamos al Estany de Monestero, parece lleno de cráteres y es el efecto que hace la placa de hielo que lo cubre cada vez que se va levantando debido a la congelación de la parte inferior del agua. Seguimos ascendiendo, tenemos que superar un collado que roza los 2700 m. Ahora dejamos el fondo del valle y giramos a izquierdas hacia el collado por toda una tartera de piedras medio nevadas y congeladas. Subimos poco a poco pues esto cansa mucho, pero ahora ya no regresamos. Se nos gira un poco de ventisca, así que nos tapamos hasta las orejas y una vez hemos llegado arriba vemos que no podemos bajar por dónde suele bajar la senda, hay que desviarse hacia la izquierda de nuevo para bajar por una pala de nieve bastante incómoda. Las raquetas resbalan, así que nos ponemos los crampones y descendemos. Hemos visto dos personas ahí cerca, que parecía que subían pero deben haberse dado la vuelta. En cuanto cogemos otra vez la senda nos volvemos a poner las raquetas y a hacia los lagos. Ahora queda descender hasta el refu. Esperemos que no se nos haga de noche, pues no hay mucha traza. Vamos pasando lagos, lugares conocidos de cuando hice Carros de Foc y poco a poco nos acercamos. Derrepente vemos, en medio de un mar de nubes, el lago helado y el refugio en su orilla. Qué preciosidad!!
¡Corre que ya estamos! ¡Qué alegría!
Así pues entramos, dejamos los trastos, tenemos una habitación para nosotros solos. Hoy no nos apetece dar ninguna vuelta, además es ya de noche. Ducha y a cenar.
Coincidimos en la mesa con unos chicos de Zaragoza, majos. El guarda del refu se sienta un rato a hablar con nosotros y nos cuenta varias historietas interesantes del lugar. Nos acostamos pronto, aunque mañana simplemente nos queda bajar por la senda hasta Espot, devolver el material y regresar tranquilamente a casita.
El último día amanece soleado, sin viento, genial. Desayunamos tranquilamente, con calma y hasta que nos hartamos. Salimos del refu para ver el panorama y hacer alguna foto y vemos que bueno, el lago está helado, ¿se podrá pasar por encima? Toda la familia del guarda lo ha hecho, ¿porqué no íbamos a poder nosotros?
Salimos a inspeccionar, a mi me haría mucha ilusión. Probamos. Uf, qué sensación, andas con muuucho cuidado, como si se fuera a romper, luego ya vas cogiendo soltura, saltas, etc... pero cruje un poquito. Volvemos al refu a por las mochilas para cruzar el lago de nuevo y coger ya la senda.
Cruzamos sobre la placa de hielo. Lo nunca visto. Nos ha comentado el guarda que es un poco pronto (diciembre) para que ya esté tan estable, pero es que está haciendo mucho frío. Normalmente está así en febrero o marzo (vamos, ahora, 4 meses después). En cuanto llegamos a la otra orilla salimos y nos encaminamos por la pista hasta la senda que baja directamente a Espot.
Uf, qué bonito está todo. La bajada es larga, se hace larga, la mochila ya la llevamos varios días pegada a la espalda y al final cansa. En cuanto puedo me pongo las zapatillas de correr, jeje. Qué comodidad, con las "botancas" iba como un robot.
Al final llegamos al pueblo, devolvemos raquetas y comemos. Y poco a poco, hacia casita, que ya toca.
Hemos disfrutado de la montaña de forma diferente, hemos aprovechado el tiempo y hecho una buena travesía por diferentes refugios. Así pues, pronto más.
Un saludo.
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